miércoles, 13 de julio de 2016

La novela erótica: del "no quiero" al "cuéntame más"

Todos hemos sido testigos de uno de los fenómenos literarios que emergieron con más fuera, caracterizado no por ser novedoso, si no por la pluralidad de mentalidades de este mundo multicultural que ha trasladado a este género desde el terreno prohibido a lo más alto del podio.

EL SECRETO A VOCES

Siglos atrás nació el primer (en mi opinión) autor de narrativa erótica en su faceta "poética", algo que quiero explicar después. Me refiero a El Marqués de Sade. Y en los años posteriores, una larga lista de escritores le sucedieron, siendo el Marqués el único en adquirir popularidad. ¿Por qué?

Llámalo atraso cultural, llámalo mentalidad cerrada, llámalo vergüenza, cuando la pasión por la literatura era mucho más evidente que en la actualidad (donde, a excepción de una cada vez menor pero potente raza de lectores, cada día que pasa se lee menos 😢. En caso de Apocalipsis, está claro quién sobreviviría y quién no 😎), poca gente era capaz de entrar en una librería o en una biblioteca y encontrar en el escaparate o en Best-sellers una novela de este género que va más allá de lo romántico. Aunque, ¿quién sabe lo que leían los jóvenes en privado y no admitían? 😏😏😏😏😏😏😏😏

Y así ha sido durante muchos años. La gente no quería ni oír hablar de sexo, y eso que ya estábamos en inicios del siglo XXI. A mí hasta me daba miedo 🙈 (tenía cinco años). Que los libros, valorados como fuente fundamental de la cultura, contuviera algo tan soez como una oda al placer carnal, era repulsivo y digno de ser eliminado.

Pero no tardó en llegar la segunda diosa del género (bueno, eso de no tardó... Pasaron cientos de años, pero ea). La increíble, pero malditamente sosa en cuanto al estilo que utilizó para escribir su obra maestra, E. L. James. 👏👏👏

Cincuenta sombras de Grey era descrita como el "libro para hombres leído por mujeres" en el inicio del camino al estrellato. Aunque, sinceramente... ¿de verdad pensaba que sería leída por hombres? Tal fue su éxito que ha culminado en una de las adaptaciones cinematográficas más mediáticas de los últimos años (aunque en mi opinión la peli es digna de la hora de la siesta en Antena 3 😴).

El escándalo fue absoluto. Además de sexo, la trilogía incluía drogas, traumas infantiles y el temidísimo, prohibidísimo, terrorifiquísimo, malísimo, Voldermortísimo mundo sadomasoquista. 😈 LÁTIGOS. 😱 CUERDAS. 😲 AZOTES. 😨 HUYAN, CORRAN. 💀👹💣

Por el Anticristo, la que lió E. L. James... (luego "se descubrió" que había novelas eróticas de mucha más calidad y contenido que este fenómeno, pero bueno) Todas las señoras en la playa 👒 (que además el boom vino en verano) con su señor marido a su derecha 👨 y su señor Grey en sus manos. Todas las jovenzuelas en los gimnasios 💪 pasando hojas sin parar, mientras sudaban y se imaginaban que sus novios serían, en un futuro, un Christian Grey (faltaba por detallar la parte de ser millonario 💸, pero eso era un problema mísero en comparación a sus sueños). Y luego estaba yo, con mis catorce añitos recién cumpliditos 👧, preguntándome por qué algo que había dejado de ser "la semillita de papá en la florecita de mamá 🐝🌹" era tan llamativo ahora.

Así que mi siguiente movimiento fue en Navidad con el PDF de las malditas sombras en mi teléfono. 🎅😂 Pero bueno, dejemos de hablar de mí...

La cosa evolucionó y ahora tenemos a una larga lista de autores de novela erótica, entre los que incluyo a Megan Maxwell (Pídeme lo que quieras), Anna Todd (Saga After, aunque podríamos considerarlo también YA), Colleen Hoover (Ugly love) y a la E. L. James española (y mi favorita) Lena Valenti (podéis comprobar de lo que os hablo leyéndola en su saga de fantasía erótica Saga Vanir o en su YA Desafíame).

Ahora solo nos falta pensar... ¿Hasta dónde llegará esto?

EL GÉNERO Y EL SEXO LÍRICO

Me causa repugnancia 😩 en este tipo de novelas encontrarme, en ocasiones, un lenguaje tan vulgar que coloca al placer y su obtención en algo sórdido y sucio 😫. No puedo sino explicarlo que compararlo con la drogadicción 💉, y comprenderéis por qué.

Prefiero mil veces un libro 📕 que hable de los drogadictos como personas que poseen una fuente de energía vital química que le atrapa y le hace dependiente de su consumo, antes que describirlos como deshechos, marginados sociales que pertenecen a una categoría inferior y que necesitan terapia (parece ser que todo en la vida se arregla con terapia, vivan los psicólogos). Y no lo prefiero por lo que significa (que su significado puede influir en mis gustos, pero hay tantos como colores) si no porque, en su mayoría, utilizan unas expresiones y un lenguaje tan coloquial 😯 ("puta adicta al crack", "sus brazos agujereados", " gente inconsciente en las escaleras del portal") que me hace odiar en el momento la escena. 😈

Algo así sucede con la novela erótica. Señores escritores: un aquí-te-pillo-aquí-te-mato puede gustar a los lectores sí y sólo sí hay una historia detrás y no se trata de follar por follar, con perdón de la palabra 🙊. No me hables de "coños" y de "pollas" como si no hubieran más sustantivos en el mundo que no fueran tan despectivos (realmente odio esas palabras) cuando me estás narrando un acto que da lugar tanto al placer 😳 como a la vida 👶. No nos hagas creer que el sexo se trata de eso, porque entonces es un asco.

Pero bueno, gracias a Dios, este tipo de novela erótica (que me río yo lo que tiene de erótica) cada vez me la encuentro con menor frecuencia. Y cada vez es mayor la calidad de este nuevo género que me tiene hormonada perdida.

Considero que un libro erótico merece la pena cuando:

- Tiene una maldita historia (en su graaan mayoría, una historia romántica, aunque he podido descubrir que existen novelas eróticas donde el amor no es la trama principal y he de decir que es admirable).

- Te "calientan" narrando la pasión como si fuera sagrada.

Muchas veces me encuentro leyendo escenas eróticas (ojo, no tiene por qué haber cópula directa) y poco falta para sentirlo. 🙌 La sensualidad, las sensaciones, los preliminares, los sentimientos también, e incluyendo una historia que indica el motivo por el que se hallan los dos amantes así, explican el por qué este género es mi favorito: llega a meterse en tu piel, a hacerte releer mil veces esa parte porque quieres memorizar cada palabra, cada frase en tu cerebro, llega a realmente admirar algo que fue tan señalado como grosero y convertirlo en un mundo de sensaciones que proliferan en ti, esperando ser liberadas.

Para las personas vírgenes 💙, esto es así (recuerdo que, por ejemplo en mi caso particular, leo este tipo de novela desde que tengo 14 años); pero es que para las no vírgenes también 🎆. Y esto solo lo consiguen las palabras y la gente que hace poesía con el sexo, la gente para la que el sexo es poesía.

RECOMENDACIONES PARTICULARES

Quizá aún es pronto para que descubráis si vuestros gustos en este género son similares a los míos (podéis saberlo tanto por el contenido de esta entrada como por mis reseñas anteriores sobre tipos de libros eróticos), o a lo mejor ni siquiera os habéis animado a probar con alguno así (u os habéis leído uno de la estirpe soez, como he dicho antes), así que recomiendo los siguientes libros y en este orden (porque van de menor contenido erótico a mayor, y no es cuestión de empezar a leer clásicos desde La Celestina, ya sabéis...):

1. Desafíame (hasta los huesos) - Lena Valenti. 📱🎉🎮⛲✈
2. Olvidé olvidarte - Megan Maxwell (no está reseñada en este blog) 💑👪💅💃💘👭👭
3. El infierno de Gabriel - Sylvia Reynard 💏🎓👔💰📖🌋
4. Saga After (4 libros) - Anna Todd 😎👧💪💔🎓🍸
5. Ugly love - Colleen Hoover 💑💀💔👌🚪
6. Trilogía El diván de Becca - Lena Valenti 😂👱💅🎊📹📺😨
7. Saga Pídeme lo que quieras - Megan Maxwell (creo que van por el quinto libro) 😶👀👀💝👟💸
8. Saga Vanir - Lena Valenti (11 libros, la mejor sin duda) 🎆🐺🌙

Esta es mi humilde opinión acerca de este género, que me fascina y que me entusiasma, y uno de los principales mundos en los que hurgo cuando deseo encontrar historias nuevas y potenciar mi tolerancia. Las cosas no son como nos hacen creer.

Seguro que se me quedan muchas cosas en el tintero, pero creo que lo esencial está aquí escrito. Respeto totalmente a quienes opinan diferente a mí en este ámbito.

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